Imagina un ingrediente capaz de ofrecer los beneficios del retinol, como una piel más firme, luminosa y con menos imperfecciones, pero sin causar irritación. Pues eso es lo que hace el bakuchiol, un activo de origen vegetal que ha conquistado las rutinas faciales y ahora empieza a extender su reinado al cuidado corporal. Su secreto está en su suavidad: es apto incluso para pieles sensibles y se ha convertido en el favorito de quienes buscan resultados visibles sin comprometer la comodidad.
Cada vez más marcas lo incorporan a sus fórmulas para ayudar a mejorar la textura de la piel, atenuar manchas y combatir los signos de envejecimiento, no solo en el rostro, sino que también en zonas como brazos, escote o piernas. ¿La razón de su creciente fama? El interés por una belleza más consciente, eficaz y amable con la piel.
El bakuchiol se usa con facilidad: se aplica como cualquier hidratante corporal, preferiblemente tras la ducha, y se puede utilizar a diario sin necesidad de periodos de adaptación. Además, al ser antioxidante, ayuda a proteger la piel del daño ambiental y a mantener su elasticidad. Su versatilidad y su origen natural han hecho que se convierta en el nuevo imprescindible de quienes buscan una piel bonita, sana y bien cuidada de pies a cabeza.
El producto con bakuchiol que tu cuerpo amará para verte tonificada y con la piel suave.
Y si hay un producto que te recomiendo especialmente con este ingrediente es el aceite corporal anti flacidez de E'lifexir. Es una de esas joyas cosméticas que marcan un antes y un después en tu rutina de cuidado corporal. Este aceite está formulado específicamente para combatir la pérdida de firmeza en zonas como brazos, abdomen, muslos o glúteos, gracias a la acción combinada del bakuchiol con otros ingredientes nutritivos como aceites vegetales y vitamina E.
Su textura es ligera y de rápida absorción, por lo que no deja sensación grasa, pero sí una piel visiblemente más suave, elástica y tonificada desde las primeras aplicaciones. Además, su fórmula es apta para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles, y no contiene perfumes artificiales ni ingredientes irritantes. Para quienes estén pensando en incorporarlo a su rutina, basta con aplicarlo una o dos veces al día sobre la piel limpia y seca, realizando un suave masaje ascendente hasta su total absorción.
Lo ideal es usarlo de forma constante, ya que sus efectos reafirmantes se potencian con la aplicación regular. También se puede combinar con técnicas como el cepillado en seco o masajes con herramientas específicas para maximizar los resultados. Es perfecto para quienes buscan una alternativa natural y eficaz para mejorar la apariencia de la piel y recuperar esa sensación de firmeza sin complicaciones ni productos agresivos.
Yo llevo usándolo unas semanas y he de decir que no me puede gustar más. Te deja la piel sedosa, notas los resultados desde la primera aplicación y se absorbe rápido, algo imprescindible para mí que voy siempre corriendo a todas partes. No deja sensación grasa y puedes vestirte de inmediato. Todo un puntazo. Te aseguro que no te arrepentirás si lo pruebas.
El bakuchiol es un ingrediente de origen vegetal (vegano) para el cuidado de la piel que se encuentra en las hojas y en las semillas de la planta Psoralea corylifilia. Es un potente antioxidante capaz de reducir las manchas en la piel provocadas por la exposición al sol y los factores ambientales y posee un potente efecto calmante. El bakuchiol ayuda también a reducir las arrugas y las líneas de expresión, por lo que su uso se está volviendo común en productos para el cuidado de la piel. El bakuchiol tiene sus orígenes en la medicina tradicional china, y las últimas investigaciones demuestran que la aplicación tópica aporta beneficios únicos en todo tipo de pieles.
El bakuchiol tiene propiedades calmantes que ayudan a reconfortar la piel y minimizar los problemas asociados con la sensibilidad y la reactividad. También es un potente antioxidante que ayuda a combatir los signos del envejecimiento, como las arrugas, las líneas de expresión y la pérdida de firmeza, al bloquear los radicales libres. Recuerda que los antioxidantes también ayudan a proteger la piel de la contaminación y de los factores ambientales que pueden causar daños.
Es posible que hayas visto productos para el cuidado de la piel acneica con bakuchiol. Y es que sus propiedades calmantes y suavizantes aportan beneficios a este tipo de piel, además de ayudarla a disminuir los signos visibles del envejecimiento.
La investigación ha demostrado que el bakuchiol ofrece múltiples beneficios antienvejecimiento para la piel. Puede reducir la apariencia de las arrugas y las líneas de expresión, ayudar a restaurar la firmeza, refinar la textura de la piel e igualar el tono desigual. El bakuchiol ayuda a calmar la piel por lo que es una buena opción para aquellos cuya piel muestra signos de sensibilidad.
Cuando se combina con retinol, el bakuchiol ayuda a estabilizarlo y mantenerlo activo por más tiempo. Otro beneficio de usar productos que combinan bakuchiol y retinol es que la capacidad calmante del bakuchiol puede permitir que la piel tolere el retinol en mayores concentraciones.
Decidir el ”mejor” beneficio del bakuchiol es todo un desafío. Para algunas personas, es un héroe antiedad; para otras, un maestro en aportar elasticidad a la piel. Y hay quienes lo adoran por sus capacidades para unificar el tono de la piel. Pero el bakuchiol no se conforma con una sola etiqueta. Es un ingrediente multitarea por excelencia, y esto es lo que puede hacer por ti si lo introduces en tu rutina:
→ Te ayuda a reducir la aparición de arrugas y líneas finas.
→ Contribuye a mejorar la elasticidad y la firmeza de la piel.
→ Estimula la producción de colágeno, proteína fundamental para mantener la piel joven y saludable.
→ Proporciona efectos antioxidantes que ayudan a proteger tu piel contra el daño causado por los radicales libres y factores ambientales.
El bakuchiol tiene propiedades calmantes que ayudan a mimar la piel y a minimizar los problemas asociados con la sensibilidad y la reactividad.
También es famoso por su excelente compatibilidad con otros compañeros de tu rutina de cuidado de la piel. Además, su versatilidad lo hace ideal para todo tipo de pieles, incluyendo las más sensibles, adaptándose perfectamente a las necesidades específicas de cada una.
Retinol, retinal, tretinoína… ¿dónde está la diferencia? Todos ellos son retinoides, una clase de ingredientes derivados de la vitamina A conocidos por sus efectos antienvejecimiento.
Los retinoides, al igual que el bakuchiol, ayudan a reforzar el colágeno natural de la piel para lograr una apariencia suave, uniforme y más joven. Esto es lo que tienes que saber sobre ambos ingredientes:
Utiliza productos para el cuidado de la piel que contienen extracto de bakuchiol sobre el rostro y el cuello limpios. Aplica tus productos por orden de textura, de más ligera a más densa, por lo que, si tu producto con bakuchiol es un sérum ligero, deberás aplicarlo antes de tu crema hidratante. Si usas bakuchiol por la mañana, acaba tu rutina siempre con una crema hidratante con SPF 30 o superior de amplio espectro.
Dado que un número cada vez mayor de productos para el cuidado de la piel contienen bakuchiol, te gustará saber que la textura del producto no afecta a la eficacia. Lo que cuenta es la concentración de bakuchiol. La ciencia ha demostrado que las concentraciones entre 0,5 y 2 % son las ideales para obtener beneficios visibles.
Elige un sérum con bakuchiol o un producto con textura loción si buscas una fórmula ligera que se combine bien con otros productos sin aclarado en tu rutina. Un aceite de bakuchiol es ideal para la piel seca y deshidratada. Si usas una fórmula con base de aceite más densa, generalmente deberías aplicarla por la noche, como el último paso de tu rutina.
Agregar un producto con bakuchiol a tu rutina de cuidado de la piel es fácil: aplica el producto una o dos veces al día después de limpiar, tonificar y usar un exfoliante AHA o BHA sin aclarado. Si el producto es un sérum con bakuchiol, aplícalo antes de tu crema hidratante. Si usas una crema hidratante con bakuchiol, aplícala después de tu sérum. Como ya hemos visto, un aceite con bakuchiol se aplica mejor por la noche (puedes probar también a mezclar una o dos gotas con uno de tus productos favoritos para el cuidado de la piel sin SPF cada mañana).
Con frecuencia se define al bakuchiol como la alternativa natural al retinol. Esta comparativa bakuchiol-retinol se debe a que el bakuchiol aporta algunos beneficios similares a los que ofrece el retinol para mejorar el aspecto de la piel; sin embargo, el bakuchiol no usa los mismos mecanismos de acción que esta forma de vitamina A.
¿Por qué combinar bakuchiol con retinol? La combinación de bakuchiol y retinol ofrece beneficios sinérgicos y únicos de cada uno de ellos. Además, el bakuchiol tiene un efecto estabilizador natural sobre la vitamina A, sin mencionar que sus propiedades calmantes pueden mejorar la tolerancia de la piel al uso de concentraciones más altas de retinol.
Durante el día, termina tu rutina siempre con una crema hidratante con protección solar de amplio espectro y SPF 30 o superior. De día, acaba con un protector solar de amplio espectro SPF 30 o superior. El bakuchiol se mantiene estable al exponerse a la luz solar y no ha demostrado hacerla más sensible al sol pero, como con cualquier ingrediente antienvejecimiento, la protección UV diaria es esencial para obtener (y mantener) los mejores resultados.
Algunas fuentes online recomiendan el uso de bakuchiol durante el embarazo sin contraindicaciones, afirmando que es una gran alternativa al retinol (que no se recomienda para su uso durante el embarazo o la lactancia).
¿El problema? No tenemos datos certeros de seguridad que respalden esta recomendación: el bakuchiol es simplemente demasiado nuevo. Por el lado positivo, la diferencia química entre el bakuchiol y la vitamina A es lo suficientemente grande como para que sea razonable que no suponga ningún problema. Dicho esto, si estás embarazada o en periodo de lactancia, te recomendamos que consultes con tu médico antes de usar productos con bakuchiol.
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